cap 1: En 4 versos
Cuenta la historia que hace muchos años, una vieja
ciudad de costumbres arraigadas fue testigo de un amor que fue y no fue.
Muchos relatos se han escuchado y miles de versiones
sobre esta historia hay en la memoria de unos cuantos que la presenciaron, pero
el único registro real se encuentra en unos viejos libros que alguien tomó de
sus propietarios para luego abandonarlos en un viejo baúl de algún lugar
olvidado.
Dos libros de cubiertas duras como la piedra, pero con
un interior que dejaba ver finas hojas, amarillentas a causa del tiempo, con
letras escritas a mano en fina caligrafía... Custodios silenciosos de la vida
de sus dueños esperando a ser descubiertos por alguien que develara la historia
que se tejía entre tinta y papel... entre prosa y verso.
Cierto día, un joven estudiante fue castigado por su
padre a causa de haber salido sin su permiso a un concierto en otra ciudad. El
padre era un hombre bueno que amaba a su hijo pero estaba cansado de la falta
de sensatez de su hijo quien solo pasaba sus días escuchando música, metido en Internet, o hablando por celular con cuanta chica podía enredar y cuando se
cansaba de estas actividades, buscaba la forma de salir con sus amigos a
meterse en problemas.
Estas situaciones hacían que el padre se sintiera desesperado,
y como no encontraba como corregir a su hijo había pedido consejo a su propio
padre quien sabiamente le pidió que enviara al joven a su pueblo natal durante
un tiempo.
Nícolas (así se llamaba el joven rebelde) estaba
bastante enojado con su padre. Ya era demasiado soportar los regaños de Don
Ariel- su progenitor- como para ser obligado a pasar una larga temporada con su
abuelo paterno en un pueblo olvidado por Dios y por el tiempo.
Con mucha rabia armó su equipaje. Unos cuantos jeans,
camisetas, ropa interior y sus zapatillas deportivas además de sus preciados
enseres tecnológicos conformaban su modesta maleta. Había hecho esfuerzos
enormes para poder escabullir su "equipo de salvamento" que había preparado para evadir el aburrimiento en casa de su abuelo; Podría soportar un
tiempo lejos de su papá, pero no podía soportar tiempo
lejos de su laptop, y de sus amigos.
Cuando ya estuvo listo para partir, solo le dio una
mirada de reproche a su padre y se subió al auto sin cruzar palabra con él.
Siempre había sido de la misma manera. Su madre había muerto cuando el nació y
desde entonces eran solo ellos dos.
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